La pintura de Alain Urrutia (Bilbao, 1981),partiendo de la figuración, técnicas como el reencuadre o el desenfocado, y una paleta de color limitada, la pintura de Alain Urrutia, adquiere un carácter revelador, con ciertas posibilidades ensoñadoras que la alejan de la frialdad del elemento fotográfico como base de registro de lo cotidiano, hacen que la borrosidad en su trabajo sea un recurso capaz de conseguir que las cosas se expresen con más fuerza mediante su esencia. De ahí que sus pinturas guarden ese aire intemporal e indefinido. Porque su pretensión no es decirlo todo sino hacer visible un enigma.
Su pintura es más una idea que una técnica ya que no la utiliza sólo en términos de procesos operativos implícitos, ni a partir de las nociones heredadas de la historia del arte, ni siguiera, a partir de las tendencias del mercado actual, sino que su obra pasa por un complejo proceso al que somete a las imágenes borradas, cargadas de infinitas e inacabadas historias, inventando una realidad, otra.
Su pintura es más una idea que una técnica ya que no la utiliza sólo en términos de procesos operativos implícitos, ni a partir de las nociones heredadas de la historia del arte, ni siguiera, a partir de las tendencias del mercado actual, sino que su obra pasa por un complejo proceso al que somete a las imágenes borradas, cargadas de infinitas e inacabadas historias, inventando una realidad, otra.
Neo
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